Buffon echó el cerrojo

El Borussia Mönchengladbach recibía, en el Borussia Park, al líder del grupo D en la Liga de Campeones: la Juventus de Turín. El encuentro era decisivo para los alemanes, ya que una derrota ante el equipo italiano les dejaba sin opciones virtuales de conseguir la clasificación para los octavos de final de la competición europea. El equipo entrenado por André Schubert llega tras recuperar su sitio en la Bundesliga tras el mal comienzo de temporada con Lucian Favre en el banquillo. El sábado consiguió resolver, con solvencia, su visita al Hertha en Berlín con un contundente 4 a 1. La Vecchia Signora, por su parte, llega también tras ganar en el derbi de Turín al Torino por un ajustado 2 a 1. Ese resultado le permite coger algo de aire en la competición doméstica, donde, al contrario con en la Champions, está demostrando un pobre nivel. De esta forma, los italianos llegan con sin ceder una sola victoria y los alemanes con la necesidad de ganar o ganar.

Buffon celebra la victoria (Vía Gazzetta dello Sport)

Buffon celebra la victoria (Vía Gazzetta dello Sport)

Maximiliano Allegri no se guardó nada, no hizo ninguna rotación en su equipo pese a llegar con bastante ventaja de puntos. La Juventus formó con un 4-3-1-2, sistema que Allegri viene utilizando de un tiempo a esta parte. Sturaro, Marchisio y Pogba formaron en la sala de máquinas, donde Marchisio era el pivote, el que enganchaba entre los defensores y los dos interiores. Hernanes ejerció como lo que en Italia denominan “trequartista”, lo que viene siendo un media punta. El brasileño podía explotar, desde esa posición cercana al área, sus disparos desde media y larga distancia. Morata fue titular junto a Dybala, la pareja de confianza para el técnico italiano. André Schubert tuvo que hacer malabares para componer su línea defensiva, que cuenta con hasta cuatro bajas importantes. Nordveit tuvo que jugar de lateral derecho y Christiensen de defensa central. Dominguez y Wendt completaron la línea defensiva. Xhaka y Dahoud vigilaban en el medio, mientras que las bandas eran para Traoré y Johnson dentro del habitual 4-4-2 del técnico alemán. Arriba formaron Raffael, como hombre bregador y Stindl, encargado de poner la calidad sobre el campo.

El encuentro comenzó con el Borussia Park al completo. No cabía ni un alfiler en la grada. Un mosaico verde, blanco y negro recibió a los jugadores. El objetivo del público alemán era motivar a sus jugadores. Hasta Paul Pogba, en la salida de los vestuarios, miraba incrédulo la grada por el gran ambiente que se respiraba. La gente solo se silenció para escuchar el himno de la Champions, no muy común, en estos últimos años, por Mönchengladbach. El árbitro pitó el inicio del partido y los alemanes salieron como perros de presa a presionar arriba. La Juventus también presionaba sobre la salida jugada del contrario, pero las pérdidas generaron algunas ocasiones de peligro. Los alemanes recuperaban y tenían terreno para correr a la espalda de los mediocentros rivales. La primera ocasión clara de gol fue para los locales. Dahoud recibió un rechace en tres cuartos de campo, algo escorado, pero realizó un gran disparo desde lejos. El efecto de fuera adentro hizo que el balón se estrellara en el larguero. El estadio entero saltó ante tal sacudida del mediocentro.

Los errores en salida del equipo italiano eran claros, pero un error de un perro viejo como Chiellini significó el primero gol. El defensor internacional no logró despejar un balón lateral que se quedó muerto en la frontal del área. Raffael recogió el rechace y realizó una apertura hacia el costado derecho ante la incorporación de Johnson. El ex del Hoffenheim cruzó el balón y puso por delante a los locales ante una grada enloquecida. El gol no frenó los errores en el centro del campo de los visitantes. La Juventus seguía relajada y el Borussia recuperaba y salía con mucho espacio para correr. A los 25 minutos de juego llegó la primera ocasión visitante. Dybala sacó un corner al corazón del área, pero Chiellini no logró conectar bien su cabezazo. Los locales lo intentaban con disparos desde media distancia ante la imposibilidad de penetrar dentro del área. Sommer salvó a los locales con una gran intervención abajo, pegado al palo, a un cabezazo de Evra. La Juventus se puso manos a la obra y fue igualando el encuentro hasta llegar a ser superior en los últimos minutos de la primera parte. Pogba fue de menos a más. Tanto, que dio la asistencia del gol del empate. Lichtsteiner penetró a la espalda de Wendt, aprovechando que la parte izquierda estaba muy poco vigilada. El lateral empaló perfecto la asistencia aérea que Pogba le sirvió. De esta forma se llegó al descanso, con el gol psicológico italiano.

Pogba fue uno de los mejores jugadores del partido (Vía Gazzetta dello Sport)

Pogba fue uno de los mejores jugadores del partido (Vía Gazzetta dello Sport)

La segunda parte comenzó con ambos equipos muy revolucionados. Se pudieron apreciar varios parones en el juego por infracciones. Hernanes, muy pasado de revoluciones, protagonizó una entrada muy peligrosa que se podía haber evitado. Entró con los tacos por delante, sin tocar al contrario, pero el árbitro interpretó que eso era suficiente para que se fuera al vestuario de forma directa. Con la Juventus con un jugador menos el Gladbach comenzó a salir más. Dybala fue sustituido para introducir a Cuadrado y recuperar el equilibrio en el mediocampo tras la expulsión. Los locales se animaron con el fulgor de la grada y con los últimos sucesos en el encuentro. Mientras, la Juventus comenzó a encerrarse en su campo con dos líneas de cuatro. Pese a replegar bastante juntos, Buffon tuvo que resolver varias ocasiones peligrosas que hubiera significado el segundo gol en el marcador. Los minutos fueron pasando con un Gladbach obligado a jugar en posicional por la acumulación de hombres atrás del rival. Allegri dejó claras sus intenciones con su segunda cambio del encuentro. Morata se fue para dejar paso a otro central como Barzagli. La Juventus comenzó a jugar con cinco defensores, tres centrales y dos carrileros.

Buffon salvó al equipo en los instantes finales del encuentro con dos intervenciones decisivas que demuestran que sigue siendo un portero muy a tener en cuenta. Los últimos minutos más el añadido, se vivieron con mucha tensión. El conjunto local no hacía más que colgar balones al área, mientras que la Juventus se defendía como gato panza arriba. Entre centro y centro, llegó el final del partido, el cual murió con el balón en las manos de Buffon. De esta forma, la Juventus se clasifica virtualmente para la siguiente ronda. Por otro lado, los alemanes se quedan sin opciones de clasificación sin ser derrotado por el líder del grupo. La siguiente jornada depara un gran enfrentamiento en la cúspide del grupo, ya que City y Juventus se enfrentarán en el Juventus Stadium. El Borussia, por su parte, recibirá al Sevilla, en lo que será un partido importante a la hora de decidir quién se queda con el puesto de Europa League.

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